¿Cómo sé que estoy ante un préstamo sin intereses?
Los préstamos sin intereses son préstamos o créditos con un TIN del 0%, es decir, que no incluyen intereses en su devolución. Por tanto, el pago de las cuotas de devolución se realiza solamente en concepto de amortización. Esto significa, en definitiva, que estás ante un préstamo sin intereses cuando por él no tienes que pagar intereses: solo devolverás la cantidad de dinero equivalente que has obtenido, además de los cargos que se devenguen de las comisiones.
Los préstamos sin intereses son productos que ofrecen entidades bancarias tradicionales y también entidades de crédito online. Uno de los requerimientos más habituales es el de la finalidad: lo normal es que la entidad te pregunte sobre el destino de la inversión, aunque siempre es posible encontrar préstamos sin finalidad.
Al no tener que pagar intereses y, por tanto, ser menos exigentes económicamente, estos productos pueden otorgarse sin nómina ni aval. En cambio, los créditos sin intereses con ASNEF, aunque se den, resultan más difíciles de encontrar.
Como mínimo, deberás haber cumplido los 18 años para solicitarlo, y como máximo, dependerá de la entidad. La mayoría de las entidades te enviará el dinero mediante transferencia bancaria, por lo que no te llegará en efectivo, así como seguramente tampoco lo podrás devolver de este modo, aunque algunas entidades aún lo permiten. Su procedimiento 100% online y la rapidez en la respuesta de la entidad hacen de estos préstamos sin intereses productos fiables, ágiles y sin papeleos.
Quiero solicitar un préstamo sin intereses. ¿Qué requisitos me pedirá cumplir la entidad para concedérmelo?
Al solicitar un préstamo sin intereses, te verás ante ciertos requisitos básicos que las entidades piden a sus clientes. Aunque también los hay no tan fáciles de cumplir.
Los primeros son tener:
- como mínimo, 18 años cumplidos;
- ser residente legal en España;
- tener el DNI en vigor;
- contar con una cuenta de correo electrónico
- y un número de teléfono móvil operativos;
- y ser titular de una cuenta bancaria donde se acrediten ingresos regulares y suficientes.
Pero, además, la entidad siempre guarda otras exigencias más relacionadas con las condiciones económicas y laborales del solicitante, y no solo de ámbito personal y demográfico. Exigirá, por ejemplo, la presentación de una garantía o aval que cubra los casos de impago, así como una copia de tu historial laboral y de tu contrato profesional para comprobar tus condiciones laborales.
En definitiva, muchas de estas cosas dependerán de la entidad, ya que algunas cuentan con herramientas como Instantor, un sistema de verificación de solvencia automático que facilita todo este proceso. Adicionalmente respecto a la que exige para un crédito normal, la entidad podrá exigir información acerca de tus deudas corrientes para comprobar que no estás incluido en un fichero de morosidad.
Entonces, ¿qué diferencia hay entre un préstamo sin intereses y un préstamo gratuito?
La principal diferencia es que no todos los préstamos sin intereses son gratuitos, ya que la entidad crediticia puede aplicar comisiones a tu crédito sin intereses. Por ese motivo, solo los denominados “préstamos gratis”, que habitualmente ofrecen las entidades como ofertas especiales solo para clientes nuevos, se pueden considerar gratuitos, ya que no tienen intereses ni comisiones.
¿En qué me pueden ayudar los préstamos sin intereses?
Hoy en día, cualquier familia o persona puede estar sujeta a un alto ritmo de vida que conlleva gastos inesperados. Por ejemplo, una factura importante, una reparación del vehículo en el taller, un viaje, un recibo de impuestos, una matrícula universitaria, los libros de texto del colegio… Son este tipo de emergencias económicas las que trata de cubrir un préstamo sin intereses.
En cambio, los préstamos de mayor importe pueden ayudarte a financiar proyectos más ambiciosos a bajo coste. Algunas de las finalidades más comunes de este tipo de productos son la reparación de averías domésticas, salud, tecnología, regalos en fechas especiales, la financiación académica, etc.
¿Cuál es el mejor momento para conseguir un préstamo sin intereses?
La mayoría de los préstamos sin intereses no tienen una finalidad específica, por lo que te pueden servir para solventar problemas económicos urgentes de muchos tipos. Hay muchas razones por las que pedir un crédito sin intereses, pero lo más importante es que se trate de una emergencia económica que no puedas sufragar con tus ahorros.
No olvides que, pese a representar una buena oportunidad financiera, es fundamental ser responsable y diligente a la hora de devolver el dinero. La demora en los pagos puede provocar el encarecimiento por la aparición de nuevas comisiones, además de manchar tu historial crediticio, con las consecuencias que ello conlleva.
Estoy pensando en solicitar un préstamo sin intereses. ¿Qué debo tener en cuenta antes de hacerlo?
Por el bien de tu economía, es fundamental meditar sobre la conveniencia de solicitar un préstamo, aunque sea sin intereses. Aunque estos productos muestran todos los síntomas de ser préstamos seguros y fiables, la opción más sana es siempre la de recurrir a los ahorros antes que a la financiación externa.
Si, finalmente, decides apostar por un préstamo sin intereses, lo primero que debes hacer son cálculos: ¿Qué importe necesito? ¿Cuánto dinero me ofrecen? Es importante leer siempre las condiciones de los contratos de un crédito sin intereses, pues nunca se sabe qué pueden incluir. Si la entidad es de confianza y estás seguro de que es lo que necesitas, entonces puedes solicitar financiación con tranquilidad.