Cuál es mi capacidad de endeudamiento y cómo afecta a mi préstamo personal

¿Eres consciente de cuánto dinero puedes gastar al mes sin arruinarte? Conocer tu capacidad de endeudamiento es clave para mantener tu economía sana y a flote. Pero, además, te ayudará a conseguir el préstamo que solicites. Descubre qué es, por qué es tan importante y cómo calcularla

Cuál es mi capacidad de endeudamiento y cómo afecta a mi préstamo personal

¿Qué es tu capacidad de endeudamiento?

Tu capacidad de endeudamiento es el importe máximo de dinero que puedes llegar a deber sin riesgo de ruina. Normalmente, este límite responde a una cantidad que equivale al 35 % o al 40 % de tus ingresos netos mensuales.

Esto hace aún más importante el hecho de conocer exactamente los ingresos y gastos fijos que tenemos, ya que revelará nuestra capacidad de pago.

Entre los gastos fijos podemos incluir el alquiler de vivienda o la hipoteca, la alimentación, el transporte... Los variables pueden ser los gastos de las vacaciones, regalos y otros gastos más extraordinarios.

La fórmula para conocer tu capacidad de endeudamiento es muy sencilla:

CE = (IM – GF) x 0,35

Calcula tus ingresos mensuales (IM), réstale los gastos fijos (GF) y saca el 40 % o el 35 % del resultado para obtener tu capacidad de endeudamiento (CE). Esa es la cantidad máxima por la que deberías endeudarte.

Juan Carlos Ramírez, de BBVA Continental, nos ayuda a ponerlo en práctica con un ejemplo de cálculo al 40 %:

"Si una persona recibe un sueldo mensual de 2.000 euros y tiene un crédito hipotecario de 100.000 euros, debería destinar un máximo de 800 euros al pago de esa deuda por mes. Esa cifra, 800, es su capacidad de endeudamiento”.

De todos modos, no es necesario tomarse este porcentaje como algo inamovible. Se trata de una referencia que sirve de guía y que es susceptible de aumentarse o reducirse según la situación o la conveniencia de cada uno.

Más sobre la regla del 35 % de endeudamiento

El Banco de España recomienda que la deuda de un núcleo familiar o de una unidad económica no supere el 35 % de los ingresos. Para tener claro lo que significa esto, conviene comprobar cómo suelen organizarse los ingresos de una familia.

Todo el dinero que recibe una familia va dirigido a tres destinos:

  • gastos esenciales,
  • endeudamiento,
  • ahorro

Entendiendo esto primero, es aún más fácil entender la regla del 35 %. Es importante recordar, no obstante, que este porcentaje está sujeto al cambio que cualquier núcleo económico quiera efectuar.

Gastos esenciales

Los gastos esenciales suelen constituir el 50 % de los ingresos mensuales del núcleo familiar, ya que con ellos se cubren necesidades básicas como la comida, el transporte, la ropa, actividades de ocio y de deporte y todos los gastos relacionados con la educación y la formación de los hijos.

Endeudamiento

El endeudamiento, como ya hemos indicado, responde a alrededor del 35 % de los ingresos familiares de cada mes. Puede ser inferior, por supuesto, pero no debería ser superior a esta cifra o, como máximo, al 40 %.

Con endeudamiento hablamos del importe total de dinero que el núcleo familiar tiene pendiente de pago, también pudiendo ser traducido al conjunto de cuotas mensuales que en dicho momento se están abonando durante la devolución de un préstamo financiero. (Blog: Consejos para devolver cómodamente tu préstamo)

Todo importe que podamos asumir como deuda sin que peligre la seguridad financiera de la familia –es decir, sin incurrir en impagos ni en morosidad–, es la capacidad de endeudamiento. Siguiendo la regla del 35 %, es muy difícil que esto suceda, pero no olvidemos incluir hipotecas, alquileres, tarjetas de crédito y todo tipo de cuotas para que el cálculo funcione.

Es importante tener claro que, a menor deuda, mayor salud financiera; pero ello no implica que el endeudamiento sea algo negativo por sí mismo. La clave es gestionarlo adecuadamente y con responsabilidad.

Ahorro

Mantener una rutina y una buena base de ahorros es fundamental para la salud económica y la seguridad de cualquier núcleo familiar. Pese a que le achacamos entre el 15 % y el 20 % de los ingresos mensuales, es tan determinante como los dos bloques anteriores, ya que hace posible planificar a medio y largo plazo, así como invertir en proyectos importantes de vida. Además, un buen colchón de ahorros puede evitar situaciones peligrosas en caso de gastos inesperados demasiado elevados.

Es importante destinar, como mínimo, un 15 % de los ingresos, hacerlo con menos del 10 % puede conllevar falta de liquidez. Si a una familia le resulta complicado llegar a este porcentaje, debe reducir el porcentaje de gastos de los dos otros bloques: gastos esenciales y/o endeudamiento.

En el caso contrario, si una familia dispone de un salario muy elevado o cargas muy escasas, puede aumentar el porcentaje de ingresos destinado a ahorros hasta un 50 %.

¿Por qué es importante saberlo antes de solicitar un préstamo?

Los bancos marcan límites a la concesión de financiación a sus clientes: no todo el mundo puede conseguir un préstamo. Solo podrán aquellos que demuestren solvencia para devolver el dinero obtenido, y que no presenten riesgo de impagos o morosidad. (Blog: ¿Qué es el scoring bancario y cómo te afecta al pedir préstamos?)

Por tanto, pese a que las recomendaciones del Banco de España sitúan la capacidad de endeudamiento máxima en un 35 %, a la hora de solicitar un préstamo esto pasa a ser decisión de la entidad. Ellos fijan en sus condiciones el límite de deuda que pueden arrastrar sus clientes para optar al crédito.

Precisamente por eso, las entidades piden datos bancarios y económicos a sus usuarios, a partir de los cuales elaboran un perfil financiero de cada solicitante. Basándose en este perfil financiero decidirán si un usuario es solvente y si cumple con las exigencias para conseguir financiación.

En este sentido, los bancos no se pisan los dedos, y establecen el límite de endeudamiento entre un 25 % y un 35 % de los ingresos mensuales. Si el importe que has pedido en tu préstamo es entre un 25 % y un 35 % superior a tus ingresos mensuales, tu solicitud tiene muchas posibilidades de ser rechazada.

Juan Carlos Ramírez, de BBVA, pone otro ejemplo relacionado con el caso:

“Siguiendo con el ejemplo (anterior), destinar la cifra completa al pago del crédito hipotecario sería recomendable siempre y cuando no se tenga otro préstamo o crédito. En el caso que la persona pague mensualmente 700 euros por el crédito hipotecario y su capacidad de endeudamiento es de 800, no es recomendable pensar en pedir otro préstamo ya que, en teoría, hay un saldo de solo 100 euros. Si ya se tiene una obligación financiera, lo ideal es amortizar esa deuda antes de juntar una cuota inicial para otra cosa”.

No cabe duda de que es fundamental estudiar y calcular minuciosamente nuestro flujo mensual de ingresos y gastos. Y lo es porque así tendremos acceso a una información, como mínimo, igual de importante: cuánto podemos permitirnos pagar cada mes. Nuestro consejo es calcular, ser prudente y estar bien informado.

Autor:

Óscar Ahulló

Óscar Ahulló

Es redactor creativo publicitario y redactor web especializado en finanzas.
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